Procedimiento
La sesión no es excesivamente larga; por norma general, no suele sobrepasar los veinte minutos. En función de la zona que quieras depilarte, deberás desvestirte. Tanto para la zona del bikini como para el resto del cuerpo la esteticista te pedirá que te quedes en ropa interior. Si optas por una depilación más profunda en las ingles, te recomendamos que te pongas tanga.
Una vez acomodada, empieza la sesión. En primer lugar, la esteticista extenderá la cera con la ayuda de una espátula en el lugar indicado y, a continuación, desprenderá la tira cuando esté seca. La sesión finalizará con las pinzas de depilar para repasar los posibles pelillos rebeldes que no hayan querido abandonarte tras el tirón inicial. ¡Así que no hay nada que temer! Si estás acostumbrada a la cuchilla, necesitarás un tiempo para adaptarte. Pero una vez te familiarices con la cera, no querrás oír hablar de ningún otro método (que no sea la depilación definitiva, claro).
Una vez terminada la sesión tendrás por delante tres semanas libres de vello en las que podrás lucir pierna o cuerpazo serrano en la playa como una celebrity más.
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