Hola a todos/as:
pensé que no lo conseguiría, pero llevo 2 meses y medio sin fumar.
Al principio las ganas eran mayores, pero a medida que pasa el tiempo son mas puntuales.
No voy a negar que hay momentos (cenas, descansos, etc) me vienen unas ganas enormes, pero son mas bien psicológicas que físicas. Me explico, en cenas con amigos, en la sobremesa algunos fuman y me viene el recuerdo o cuando estoy en casa después de comer, y de haber tenido una mañana haciendo cosas, y me relajo, igual, me acuerdo que era como un premio, tumbarme en el sofá y encender un cigarro. Pero pienso en el gusto, en el olor y la verdad, es la parte del tabaco que no me gusta.
Somos animales de costumbres, de hábitos, de dinámicas.
Lo cierto es que me ha costado tanto renunciar al tabaco que no quiero volver a encender ninguno, pues sé que volvería a engancharme y tiraría todo el esfuerzo por la borda.
Me siento libre. Ahora salgo del cine y no estoy desesperada por fumar. O viajo, yo nunca he fumado en el coche, y cuando paro no enciendo cigarros. Ni cuando estoy llegando a casa voy a comprar cigarrillos porque me quedan cuatro y quién sabe...
En fin, os ánimo a que lo dejeis los que fumais y a que os mantengais firmes los que lo habeis dejado. Si yo lo he dejado, cualquiera puede. Estaba muy enganchada. Tengo 48 años y fumaba desde los 17.
Un beso a todos