Sin etiquetas
Hola proserpina4!!
Me gustaría ayudarte pero debo comentarte que ni aquí podemos etiquetar, clasificar o definir tu comportamiento, ni siquiera lo pueden hacer unos médicos.
Te quiero decir que solo tú puedes saber si ese temor a engordar marca realmente tu día a día, si estás determinada por las visitas a la báscula, si tu ánimo depende de unos gramines... esos tests no sirven para nada, para nada. Es necesario estudiar a fondo el carácter de una persona que se sospecha que padece algún trastorno de la alimentación para poder determinar si en verdad posee algún desorden.
Tampoco creo que necesites que un especialista te etiquete con el nombre de "anoréxica"... no es mejor que tú lo sepas, intentes luchar por no desarrollar una verdadera enfermedad o por salir de ella si crees que tu problema es grave? no es mejor que pidas ayuda a los familiares más cercanos y esa pequeña obesión que puedas tener ahora no se convierta en una pesadilla?
Es difícil porque lo he sufrido y aún sigo sufriendo, pero estoy segura que si te esfuerzas por aclarar tus ideas, tus pensamientos, tus prioridades, si intentas encontrar el motivo que te produce restringir, pesarte con frecuencia... seguro que podrás recuperar tu vida "normal".
No sigas, ni un día más, te lo dice alguien a quien un buen médico definió mi estado como "a las puertas de" y un tiempo después supervisó mi tratamiento.
Parece tan lejano si otra persona te lo cuenta... yo antes así lo creía. Ahora solo maldigo haber adoptado los hábitos, las obsesiones, los pensamientos que no logro desechar y si no soy yo quien los despide de mi vida, ellos me lo harán a mí.
Por cierto, con tu estatura y peso no necesitas ni un gramo menos, créeme... depende mucho de la constitución de cada persona o de su condición genética... pero aún así, estás estupenda!!
Manténte ocupada, activa, que te llenen las actividades en las que empleas tu tiempo libre y rodéate de las personas que te quieren. De verdad, ten cuidado y mucho. Seguro que lo conseguirás.
La línea es muy fina y hoy ya no creo en zapatitos de cristal... siempre se pierden. No cruces esa línea y camina descalza, así podrás disfrutar de la belleza del mar acariciando tus pies.
Un beso