Foro / Psicología

Maternidad. fobias de impulsión. se puede ganar.

R
raj_8071562
15/6/16 a las 19:41

En los peores momentos de la crisis, yo buscaba y buscaba (es un comportamiento típico) información sobre lo que me pasaba, pero especialmente buscaba un testimonio que me diese esperanza.
Ahora quiero dejar mi historia, porque yo he superado esta horrible experiencia y quizá os puede ayudar:

Tuve un bebé en mayo de 2015, un bebé deseado y querido. Durante los primeros dos meses todo fue bien: con las tensiones y miedos propias de padres primerizos, nada especial.
Un día tuve una imagen en mi mente, donde yo le clavaba algo punzante a mi niña entre las piernas. Era una imagen tan real que me entró un pánico horrible a hacerlo. Algo estalló en mí. No podía pensar en otra cosa, tenía muchísimo miedo. No podía dormir ni comer. En este estado de miedo y ansiedad empezaron a llegar otras imágenes, todas horribles.
No se lo conté a nadie, pero con los días buscaba la manera de no quedarme nunca a solas con la niña, me daba pánico cambiarla, vestirla
El miedo y las imágenes controlaron mi vida. Yo intentaba evitarlas, pero iba a más, y yo pensaba incluso en morir, para no dañar al bebé.

Al cabo de una semana, llamé a una amiga psiquiatra, que me dijo que eso le pasaba a mucha gente, que era ansiedad, que no iba a hacer daño a nadie.
Escucharlo tranquiliza un poco, pero el miedo a volverte loca, a no controlar lo que haces y dañar a alguien, sigue ahí.

Nos fuimos de vacaciones mi pareja y yo con la niña, a ver si un cambio (le conté lo que me sucedía) me ayudaba. Al principio mi pareja me dijo que me iba a apoyar, pero no entendía lo que me pasaba, y pensaba que yo era una inmadura sin ganas de afrontar la maternidad y el cambio de estilo de vida. No se creía que yo tuviera ese miedo, pensaba que era un persona débil sin autocontrol. Así que tuve que pasar por todo sintiéndome, además, muy sola.

En las vacaciones el terror y las imágenes estaban tan desatadas, que acabé ingresada (lo pedí yo) en el hospital, en urgencias de psiquiatría. Hablar con la psiquiatra me ayudó un poco, siempre tienes el miedo, pero al menos alguien te tranquilizaba, te decía que era más frecuente de lo que la gente pensaba, que no estaba loca, que es ansiedad que se focaliza en la persona que más quieres

Me recetó paroxetina, que es un medicamento que tarda sobre tres semanas en tener efectos. Normalmente se combina con anxiolíticos, para paliar los muchísimos efectos secundarios del principio, pero yo no podía tomar por la lactancia (mi pareja me obligó a seguir con la lactancia, yo no quería, pero la niña no aceptaba ningún otro alimento).

Esa primera semana de medicación ha sido la peor semana de mi vida. Estaba absolutamente ida, contando las horas para que pasara el día y empezase otro nuevo donde la medicación hiciese un milagro. Estaba aterrorizada, tenía visiones horribles donde dañaba a mi hija de mil maneras distintas, pesadillas que no sabía distinguir de la realidad
Después además escuchaba una voz en off que me hablaba, y ya el miedo a volverme esquizofrénica era total. Luego he leído que es normal, es tu mente que te juega esas bromas.

El miedo creó en mi un sentimiento de rechazo hacia el bebé, es un mecanismo de defensa: si no te acercas, no puedes dañarlo.

Mi pareja fue muy dura conmigo: me dijo que estaba decepcionado de mi como madre, que no era capaz de hacer frente a la responsabilidad, que iba a romper el vínculo con la niña Escucharlo me hizo mucho daño, me sentía totalmente sola. Pero curiosamente, también me hizo reaccionar un poco, y luchar más para ser una buena madre.
Aunque el sentimiento de culpa y la falta de confianza y de autoestima también hacen daño.
Después de una semana, empezó a mejorar levemente, y en dos semanas volvimos a Madrid y comencé una terapia con una psicóloga que me ha ayudado un montón.
Muy poco a poco, empecé a trabajar con la psicóloga los miedos, cuando aparecen, qué pienso, siempre teniendo en cuenta que son eso, miedos, y que no hay que intentar evitar los pensamientos, sino aceptarlos, incluso reírte de las tonterías que se te ocurren, y que tú no harías nunca.

Es un proceso muy lento. Muy duro. A mi me ayudó incorporarme al trabajo de nuevo en noviembre. Soy profesora de secundaria, y dar clase me absorbe tanto que me distraía de mis imágenes, que ya se habían atenuado bastante en esos meses.
Seguí yendo a terapia con la psicóloga, y esforzándome mucho en enfrentar los miedos. Por ejemplo, no era capaz de quedarme sola con la niña, me aterraba. Mi pareja viajaba por trabajo, y yo aprovechaba para visitar a mi madre y quedarnos a dormir en su casa. No le conté nada, porque me daba miedo que me tomaran por loca. Las enfermedades mentales están muy estigmatizadas, y nadie habla de ello. Yo creo que darle visibilidad es positivo, a veces pienso que si cuando tuve la primera imagen hubiera sabido más del tema y hubiera podido hablar con alguien que hubiera pasado por ello, no se habría desatado el pánico.
Me ayudó hablar con mis amigas, que lo aceptaron con mucha naturalidad, y con las que pude expresarme con libertad.

Poco a poco, al menos pasaron 5 o 6 meses, fui superando el miedo a estar con el bebé, pero todavía sentía como una barrera entre nosotras: me costaba mucho acercarme emocionalmente, jugar con ella, abrazarla Me sentía como emocionalmente bloqueada. Fue muy bueno no dejar la lactancia porque esos momentos que antes me producían un tremendo rechazo y mucha angustia, fueron tornándose gratos, hasta el punto de que la niña tiene ahora 12 meses y sigo con ella porque lo disfrutamos mucho las dos. La psicóloga me decía que intentase jugar con ella al menos un ratito, que me forzase a cogerla y con el tiempo ya no había que forzar nada, me salía con naturalidad. Aún así, he tardado casi un año en reestablecer una relación con la niña sana y normal.

Aún sigo teniendo algún momento de miedo, pero lo racionalizo y me digo: vaya, vuelvo a estar ansiosa, y me distraigo y no le doy importancia. No permito que me controle.

Otras cosas que me han ayudado son: hacer mucho deporte, tener mucha vida social, trabajar, empezar a hacer meditación (es muy muy útil), y sobre todo, hablar de ello: con la psicóloga y con el psiquiatra. Y también con otras personas: curiosamente, cuando hablas de ello aparecen más casos de gente a quién le ha sucedido, y te das cuenta de que no es tan raro. También me resultó útil informarme sobre la enfermedad, leer testimonios, pero luego dar por cerrada esa etapa y dejar de buscar información compulsivamente.

Dejé a la psicóloga porque las sesiones eran muy caras, y no tenía seguro privado. Pero ya me sentía con fuerzas para seguir sola, (y me sentía segura porque sabía que siempre podía volver).
Creo que pasar por esta experiencia me ha hecho ser más fuerte. También ser más consciente de mi debilidad, curiosamente. Porque yo nunca hubiera pensado que me pudiera pasar a mi. El psiquiatra me dijo que era TOC con fobias de impulsión (miedo a hacer daño). Examinando mi vida, tuve un episodio de extrema ansiedad dos años antes, pero yo no sabía ni que la enfermedad existía.

Sigo trabajando día a día, en superar la herida emocional que me ha dejado esta experiencia, en mejorar mi autoestima, en eliminar los sentimientos de culpa, la tristeza

He vivido momentos muy buenos en estos últimos meses, y hay algún día en que casi ni me acuerdo. Hoy pienso que la vida merece la pena, que he logrado salir adelante. Y me siento orgullosa de mi misma.

Espero que os sirva de ayuda. Se pasa. Buscad ayuda, hablad de ello.

¡Váis a salir!

Ver también

Oops ...

This page is temporary unavailable,

please try again later.

Reload | Back to homepage

ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

Compartir
No te pierdas ni uno solo de nuestros tableros en Pinterest
pinterest