Aventuras de un profesor de tenis.

Se han preguntado alguna vez si es cierto el mito de que los Profesores de Tenis consiguen las mujeres que quieren? Pues les voy a contar mi caso. Trabajo en un centro deportivo y hace algunas semanas se acerco una ex cliente para decirme que había regresado a la ciudad y quería tomar unas clases de tenis. Hasta ahí todo normal, quedamos a la mañana siguiente a primera hora, ya que era la única hora que tenia libre, durante la primera clase me contó que se había casado y que estaba muy feliz viviendo en Suiza, estuvimos peloteando ya que ella tiene buen nivel y le di algunos consejos sobre su juego, al terminar me dijo si le podía dar el teléfono para llamarme y confirmar alguna otra clase, se lo di y se marcho..

Esa misma tarde, me llego el primer mensaje dandome las gracias por la clase y que tenia muchas ganas de volver a jugar, acabo el mensaje diciendo ademas que el profe esta mmmmmmm, no le di ninguna importancia, aunque yo pensé lo mismo, ella es guapísima y es muy sexy. A la mañana siguiente me escribió otro mensaje y me dijo que estaba en una tienda comprando ropa para jugar al tenis, adjunto una foto de una falda y un top y me dijo, te gusta? Me sentara bien? yo le conteste que si, pero ella volvió a mandarme otra foto, esta vez con esa falda y ese top puesto y me pregunto, que harías si aparezco en una de tus clases con este conjunto puesto? la falda era muy cortica y el top tenia un escote riquísimo, reconozco que con esa foto mi mente se fue a otro lado y sentí una erección tremenda, ese día no pude dejar de pensar en ella.

Llego el día de nuestra nueva clase, apareció en el club con una chaqueta puesta encima del conjunto que había comprado, pero cuando llegamos a la pista se la saco y no pude esconderme detrás de mis ojos, se me notaba el deseo y la atracción que ya sentía por ella.. Comenzamos a pelotear y después le lance unos canastos para trabajar su técnica, después, mientras recogíamos las pelotas del suelo, amontonamos todas en un rincón de la cancha y ella se sentó sobre sus piernas enfrente mío para recoger las pelotas, dejando entreabiertas sus piernas en esa falda cortina, yo no podía mirar, estaba nervioso y no me atrevía, pero ella me sonrio y bajo su mirada invitando haciendome un gesto para que la mirase, no tenia ropa interior puesta y me dejo ver toda su intimidad mientras me sonreía., tuve una erección tan grande que ella misma dirigió su mirada hacia mi pantalón y me dijo, oh my god, como me gustaría tener eso en mi boca. Estabamos en una cancha un poco retirada pero aun así había gente jugando cerca y nos podían ver, así que no podía ni siquiera acercarme a ella, para no llamar la atención. Me propuso que la llevase a un pequeño cuarto que tengo donde encuerdo las raquetas, entramos dentro y con la puerta abierta por que esta muy cerca de la recepción y no podíamos llamar la atención, se acerco a mi y comenzó a frotar su mano en mi miembro, yo acerque la mía y acaricie sus partes intimas con mis dedos, estaba muy húmeda y me dijo que cerrase la puerta, no se como me atreví, no quería llamar la atención pero lo hice y allí dentro tuve uno de los mejores y mas calientes momentos de mi vida....

pasaron varios dias, yo no dejaba de pensar en ella, le escribí pero ella no me respondía, y pensé que ya no quería nada mas, estuve masturbandome durante días pensando en ella hasta que un día me escribió y me dijo que daba una fiesta en su casa para presentar a su esposo a todas las amistades que había dejado aquí antes de irse a suiza y quería que estuviese, reconozco que fue muy violento al principio, ademas había muchas personas del club de tenis y yo no paraba de pensar en que pasaría si la gente se enterase de lo que había pasado, esa noche hubo alcohol y la gente estaba muy alegre, ella se acerco y me saco a bailar delante de todos, su baile fue provocador y excitante, su marido miraba atentamente aunque estaba algo tomado y yo volví a tener una erección, no sabia que hacer y ella no dejaba de restregar sus nalgas contra mi miembro erecto y me hacia poner mis manos en sus caderas y me obligaba a subirlas hacía sus pechos, la fiesta estaba tan picante que había ya varias parejas repartidas por la sala en forma muy cariñosa, su marido estaba cada vez mas tomado y ella me llevo a un dormitorio aprovechando la oscuridad, el alcohol y que ya casi nadie se daba cuenta de nada, me volvió completamente loco y tuve hasta tres eyaculaciones, no quiero entrar en detalles de lo que ocurrió aquella noche pero fue impresionante.

aquella fue la ultima vez, ella volvió a suiza pero yo ahora no puedo dejar de pensar en tener sexo con las clientes que vienen a tomar clase conmigo, especialmente si están casadas.