El Bingo Enseña a los Niños a Leer
29 Agosto 2005
Coreen Dennis, una maestra jamaicana ha llevado el bingo a un nuevo nivel, utilizándolo no sólo como un juego sino como una herramienta de estudio de lectura. Puede que ella no sea la primera en utilizar un bingo de palabras, pero ha llevado el asunto un poco más lejos, ya que ha invertido alrededor de $100,000 al producir el juego para otros educadores y padres. El juego cuenta con 50 cartones de bingo que permite que jueguen hasta 50 jugadores al mismo tiempo, y se puede conseguir en dos versiones: Mi Familia y Mi Cuerpo
Al igual que otros juegos de bingo, los cartones tienen cuadrados que deben ser llenados según lo que va saliendo, no hay números sino palabras. Una persona va sacando las palabras de dentro de una bolsa, la lee en voz alta y entonces todos los otros jugadores deben corroborar si tienen esa palabra en su cartón. El primer niño que logre llenar todo el cartón es el ganador. Los padres sin embargo, aseguran que todos los niños son ganadores. Los padres que fueron interrogados al respecto declararon que incentiva los deseos de los niños de ir a la escuela y aprender. Además, el juego enseña a los alumnos a leer con rapidez y a asociar las palabras escritas con los sonidos.
Dennis, quien ha creado el juego mientras enseñaba como maestra, afirmó que el juego incrementa el vocabulario de los niños y los ayuda a relacionar palabras con conceptos. También dijo que muchos padres creen que sus hijos pueden leer antes de terminar el jardín de infantes, pero los niños, lo que hacen realmente, es recitar las palabras del libro con figuras, utilizando las figura como indicadores. Con este juego, lo niños deben asociar las letras con la palabra, lo cual simplifica la tarea de aprender a leer oraciones en los niños. Hasta el momento, los juegos sólo podían conseguirse en Jamaica, pero Dennis, ya está creando dos nuevas versiones: Mi Escuela y Quién Soy. Y se espera que el éxito del juego en Jamaica ayude a que prontamente se consiga también en los Estado Unidos.
