Que casualidad más grande.
Hoy me encontré a uno de los compañeros que comenzó a mi edad la carrera, y que ahora, recién licenciado, se ha puesto a estudiar para el MIR.
Pues bien, todas las chicas lo despreciaban, decían que estaba gordo, que era un fachas, que se creía superior, que no tenía conversación, que era aburrido. Y en lo poco uqe hablé sigue siendo exactamente igual.
El caso es que antes en toda la carrera apenas habíasele visto nunca con chicas, salvo con una muy fea, un auténtico callo el curso pasado.
Bien, hoy llevaba colgada del brazo a la chica de mis sueños. Castaña, cara de niña, tetas de impresión, cuerpazo, amable, cariñosa aparentemente... e interesada, muy interesada.
Como todas.