Sé quien eres, trinisol.
Te dije por el mesenger que no te volvería a admitir por pesada. Desde estonces no paras de acosarme e insultarme. Ahora escondiéndote con otro nick. Ya no se puede ser más cobarde y resentida y mostrar de un modo tan patético tu despecho. No eres la primera mujer rechazada ni, por lo que me contaste, la primera vez que te rechazan. Así que acostúmbrate que por algo será, colega.