En respuesta a karem_6753270
ok
Querido Santiago:
Hay días que te olvido es verdad, como es cierto que ya no puedo abrazarte y besarte y esperarte en la casa, tu vida y la mía solo están en los recuerdos, solo se encuentran en ellos, pero la vida, lo cotidiano, el hastío y el placer, y el tiempo que se va, sin dejar tiempo a los recuerdos, y aunque también es cierto que uno no los persigue, ellos se aparecen, entonces duele mucho cuando mi mano no te encuentra, y duele no verte Santiago, ¿Cómo estarás ahora? ¿Cómo serás sin mi? La memoria es un animal que come, duerme y se despierta, y cuando lo hace, sin querer nos llere el alma, y con ella todo lo que le rodea, hay días en que su garra se vuelve más dulce o más amarga, pero ahí está siempre ella, esencial... callada... eterna, urgente... Hay días Santiago que me muero por hablar contigo, por oír tú voz, necesito tus palabras, y en tus brazos olvidar el mundo, hay días que eres Dios Santiago, y eso borra la distancia entre nosotros, entonces descubro que me lates dentro, muy dentro, resguardado, interno, en mi, yo te quiero mucho Santiago, y no me importa si a veces no te escribo, porque cuando lo hago, la vida se me va en ello, ojalá mi cariño te despierte, para que tengas un buen día, ojalá tengas un buen día, yo te extraño, y hoy quiero pensar más en ti, hoy voy a pensar más en ti, para estar juntos de nuevo, una vez más... con todo el amor del mundo...
Tuya.