Teníamos 17 años cuando empezó nuestra relación. Aunque no fue el primero, fue el único que realmente me demostró ser especial (sobretodo cuando pasé una mala época en la que me quedé completamente sóla... él nunca me dejó, siempre estuvo a mi lado).
A los 19 años, le perdí... tuvo un maldito accidente de moto.
El primer año, fue horrible... en concreto los primeros 6 meses, los cuales pasé encerrada en mi casa, llorándo día y noche, apenas sin probar bocado... los otros 6 meses, no es que dieran un cambio radical, pero empecé a controlar mi llanto, poco a poco volvía a comer, intentaba salir aunque sea a comprar el pan...
Durante éste último año, se puede decir que he hecho vida normal (excepto porque no salgo a divertirme, ni con mis amigas si quiera... me límito a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa). Aunque hay días que me he derrumbado...
Desde éstas Navidades, la cosa ha cambiado. Intento volver a recuperar la vida que tenía antes, todo. Incluso en este periodo, he tenido 3 citas (con 3 chicos diferentes).
La verdad es que en ninguna llegó a pasar nada, ni un beso ni una caricia si quiera. Durante el tiempo que duraban, yo me sentía bien... es más, los 3 chicos de algún modo, me recordaban a mi novio (uno olía a menta, a él le encantaban los chicles de menta y siempre mascaba uno... el otro se vestía muy parecido y además, llevaba el pelo casi con el mismo corte... y el tercero, tenía su misma forma de ojos).
Como decía, los 3 tenían un detalle que me recordaba a él... y esto me hacía sentir "bien", pues le tenía presente en ellos. Pero al volver a casa, al pensar en la tarde que acababa de pasar... me sentía fatal. Se me saltaban las lágrimas porque me sentía como si fallase a mi chico... es raro, aunque sé que él ya no está. Sentía como si ellos quisieran ocupar su lugar, o como si yo le estuviera traicionando...
En definitiva, nunca volví a quedar con ninguno de ellos. Y ahora, ni si quiera me apetece volver a intentar eso de las citas, con nadie...