Hola
Es cierto, aquel fue el momento de dar el paso... ahora me arrepiento. Pero como ya digo, la forma que tenía de dejarme, no parecía muy seria... se pasó toda la mañana (desde que me dejó lo nuestro) diciendo que se iba a ir, que no sabría nada de él, etc... pero no se movía de mi casa! Y cuando ya no le seguía el rollo, que es cuando perfectamente se podía haber ido sin más, hacía más drama para tener tema de "conversación" y así tener un motivo para no salir por la puerta (y no vivimos juntos, sólo que los fines de semana los pasamos juntos).
Por eso, pensé que sólo lo decía para llamar la atención y hacerme pasar pena por si le perdía. Pues si realmente se hubiese querido ir, lo habría echo a la más mínima oportunidad, no?
Y no es que nunca le vaya a hacer caso porque no sepa si va en serio o no, pero si no resulta convincente o lo veo como una "amenaza" (aunque lo haga para espavilarme)... pues sinceramente, no iba a entrar en su juego. Esto es como los niños pequeños cuando quieren un juguete nuevo, les dices que no y se ponen a llorar... entonces es cuando cedes y se lo compras. Qué pasa? Pues que llega un momento en el que saben que con una pataleta pueden conseguir lo que quieran, y se aprovechan de ello (y eso es lo que yo no quería que pasase con él, no quería acostumbrarle así, porque una vez lo hice con otro hombre y sé lo mal que se pasa).
Gracias por tu respuesta.