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Las Reglas no es sólo un libro, es un movimiento, dijo la revista Time acerca de la primera edición de The Rules (Las Reglas) en Estados Unidos. El manual de 174 páginas escrito por Ellen Fein y Sherrie Schneider, que fue publicado por primera vez en 1995, instruía acerca de cómo conquistar el corazón del Señor Perfecto. Eran secretos validados por el paso del tiempo para que cualquier mujer que buscara un hombre para casarse pudiera aplicar y así conseguir su objetivo.

1. recomiendan a las solteras en busca pareja estable no aceptar una invitación a salir para el sábado si las llamaban después del miércoles.

2. la mujer que busca un hombre para casarse debe comportarse con él -cuando es EL hombre que realmente le interesa- como si no le gustara, mostrándose relajada, un poco distante y desinteresada en las primeras citas. Algo difícil, claro, y que requiere sobre todo de disciplina, tal como cada una de las otras reglas del libro que aquí enunciamos:

Sé una criatura única y distinta a todas las demás, reza la primera.

No le hables primero tú a un hombre ni lo saques a bailar.

No lo mires ni le hables mucho.

No aceptes que no te pase a buscar o que pague la cuenta a medias.

No lo llames y, sólo a veces, devuélvele los llamados.

Siempre termina la conversación por teléfono primero.

¿Muy taxativas, demasiado machistas, frívolas o hasta un poco ingenuas? Sin duda, y sus autoras estaban conscientes de ello cuando escribieron el manifiesto pro príncipe azul. Según Fein y Schneider, son demasiadas las mujeres exitosas e independientes en el plano laboral y económico cuya primera reacción fue rechazar las reglas y reírse de ellas. Pero esas mismas señoritas vuelven tiempo después con la cabeza gacha, el rabo entre las piernas y deciden estudiar más a fondo la pequeña biblia.

No encontraron al macho perfecto que buscaban o fueron abandonadas sin mayor explicación porque se olvidaron de una premisa fundamental: Los hombres aman el desafío. Y una mujer que triunfa en lo académico o lo profesional cree que puede aplicar en la conquista las mismas estrategias de la oficina. Falso. Los hombres buscan mujeres que no imiten sus códigos. Quieren hembras misteriosas, casi inalcanzables y que parecen tener una agenda muy apretada.

Ellos persiguen lo difícil, lo que parece inalcanzable y único. Se interesan por mujeres que demuestran cero ansiedad por el matrimonio, que no abren la cartera para mostrar el vestido de novia, que se sienten seguras de sí mismas. Cuanto más cool ella, más interesado él.

Claro que no hay que olvidar la esencia del asunto. Se trata de un manual para encontrar a Mr. Right, el Señor Perfecto, y eso es sinónimo de marido ideal, no de aventura o juego temporal. Para esos otros temas, las reglas no sirven ni ayudan.

Por algo, la mujer que busca casarse con el tipo de sus sueños, debe seguir consejos como abstenerse de tener sexo a lo menos en las tres primeras citas, no invitarlo a pasar al departamento o casa hasta que haya confianza y ojalá encontrarse en el lobby, no verlo más de una o dos veces a la semana, dejar de salir con él si no le regala algo romántico para su cumpleaños o San Valentín, siempre terminar la cita antes que él, dejarlo tomar la iniciativa y jamás esperar que él cambie o tratar de cambiarlo. Pura disciplina.

Por cierto, las reglas deben seguirse siempre. En una discoteque le está prohibido a ella sacar a bailar primero, porque entonces quedará en duda si él realmente está interesado en ella. ¿Pensar en vivir juntos antes de casarse? Ni muerta... una chica que sigue las reglas está sometida a una estricta dieta de placeres y situaciones ambiguas. Ni siquiera puede dejar su ropa en el lugar donde él vive. Eso no se hace.

Salir con un hombre casado es un crimen, ayudarlo a pagar la cuenta un pecado (puede sugerirle ir a un lugar económico si nota que él sufre estrechez, pero pagar... jamás), tener un look unisex un error, y olvidarse de la dieta y el ejercicio una aberración.

Si tanta enumeración de normas parece agobiante, hay que volver al consejo inicial. Una mujer que busca marido debe tratar al hombre que la enloquece como si le importara poco. ¿Cómo así? Algo indiferente, cero ansiosa, con más cosas que pensar y preocuparse, con menos tiempo para estar con él del que su adversario quisiera, más fría que tibia, hablando menos que él, dejándose querer y siendo menos demostrativa. Puesto en esa óptica, la mayoría de las reglas se ven fáciles. Lo complejo es tener la disciplina para no caer en el intento.

Hay un cierto tipo de mujer que en general tiene el pelo largo, viste de negro ajustado, y actúa de manera insoportablemente esquiva con los hombres... tiene mucha confianza en sí misma, es independiente y evasiva, manipuladora y muy, pero muy difícil de conquistar. Ella es una rules girl, una chica que sigue las reglas, se lee en The New York Times acerca de este libro fenómeno. Una lectura obligatoria para mujeres que buscan éxito en el amor, dijo la revista People.

Opiniones serias de medios potentes acerca de un tema que parece liviano, pero cuya impresionante demanda parece haber acusado un problema real: Las mujeres no entienden qué pasa con los hombres, muchas dicen que los de verdad cada vez son menos, pero hasta The Rules ninguna se había preguntado cómo querían ellos que fueran las mujeres al momento de comenzar una conquista.

Pura sicología aplicada, por más que las autoras del best seller agreguen en sus libros una nota que dice no tenemos autorización para practicar sicología, siquiatría o trabajo social, y The Rules no intenta reemplazar la consulta profesional; es simplemente una filosofía acerca de la conquista basada en nuestras experiencias y las de miles de mujeres que nos han contactado.


TOTALMENTE GARANTIZADO