Ayer se me ocurrió saludar a varios de los hombres que han pasado por mi vida en los últimos años. El mismo sms para todos, tan cordial como aséptico. Un "hola - qué tal - espero que estés bien - todo bien por aquí - un beso". Me entraron unas ganas terribles de saber de ellos, y sin embargo a los 10 segundos de enviarlo me he sentido como una idiota. ¿Por qué? ¿Os ha pasado algo así?