Hace unos días puse un post en el que pedía consejo a las mamás que tenían niños mayorcitos (de 4 ó 5 años) que tuvieran problemas a la hora de la comida, pues mi mayor de siempre que ha sido remolona con este tema.
Tuve algunas respuestas de algunas de vosotras y en cierta manera me fueron bien, más que nada, me sirvieron para ver que también hay otras mamás en mí situación.
Mi actitud en el tema no cambió (o al menos eso creo yo), bueno sí cambió, la que cambié fuí yo. Recapacité sobre lo que estaba pasando en el entorno y me dí cuenta de que lo que realmente estaba sucediendo es que yo estaba mal: estaba muy nerviosa, estaba muy alterada, de mal humor contínuamente (y no hablo de los ratos de la comida).
Me planté cara a mí misma y dijé "hasta aquí hemos llegado". Soy consciente de que no puedo cambiar esta situación de la noche a la mañana, pero puedo aportar mi granito de arena día a día y puedo lograrlo, sé que puedo.
Si soy capaz de empezar a transmitir alegría y buen humor, mis hijas también me la transmitirán. De hecho lo están haciendo. Me estoy esforzando a ser positiva y mi hija mayor lleva unos días comiendo estupendamente y estoy muy contenta.
No sé si me explico bien. Sólo quería explicároslo, porqué para mí es una experiencia importante.
Supongo que también influirá el hecho de qué he empezado a sentar a la peque a la mesa y ya ha dejado la trona. No sé.
Gracias a todas
Un saludo
Mamaipa