No sé ni cómo contarlo. No puedo hablar de esto ni con mi familia ni con mis amigos, por eso me he decidido a contarlo aquí, aunque penseis que soy un monstruo no me conoceis y tal vez alguna pueda darme algún consejo o explicarme algún caso parecido y que no me sienta tan miserable.
Tengo un bebé de 2 meses. Desde que me casé deseaba tener hijos pero económicamente teníamos problemas y fuimos retrasándolo. Luego, cuando estuvimos más estables nos decidimos a ir a por el bebé, me costó mucho convencer a mi marido, a él le daba mucho miedo porque nunca sabía qué decirle a un bebé. A mí en cambio se me daban genial los bebés desde siempre, me encantan. Nos costó un poco lograr el embarazo pero finalmente lo conseguimos.
El embarazo fue genial, me sentía impaciente por verle la carita a mi niña. Porque además era niña, lo que yo había deseado. Me pasaba el día leyendo cosas de bebés, mirando tiendas... estaba loca de ganas de que llegara el momento.
El parto también fue bien, fue cortito y todo fue estupendo... y ahí empiezan mis problemas.
Pensaba que cuando me dieran a la niña sería el momento más maravilloso de mi vida pero no sentí absolutamente nada, sólo que estaba cansada y quería estar sola. Mi marido estaba muy ilusionado, de repente era como si nos hubiéramos cambiado los papeles. Pensé que se me pasaría, que necesitaba descansar y que ya luego empezaría a sentir todo ese amor que se supone que una madre siente por su hija.
Pero no ha sido así, sigue sin ser así después de 2 meses. La miro y no la siento como parte de mí, no me provoca ningún sentimiento especial. Es más, creo que me emocionaban más los bebés que veía antes que mi propia hija. Hago todo lo que se supone que tengo que hacer: le doy el pecho, la acuno para que se duerma, la cambio, la baño... pero es como si simplemente estuviera cumpliendo una obligación.
Yo que pensaba que la baja de maternidad era corta me siento con ganas de volver al trabajo, cuando viene mi madre para quedarse un rato con la niña me alegro, de hecho estoy deseando que venga. Además me da la impresión de que mi hija está más feliz con los demás que conmigo.
A estas alturas no me parece normal esta situación ¿alguien ha vivido algo similar?