Ja, ja, ja
Perdona que me ría, pero es que justamente ayer, cuando le estaba lavando el culillo a mi niño de 4 meses en el lavamanos, me di cuenta de que tenía pelusilla en los huevillos también.
Me hizo tanta gracia que avisé a su padre para que viniera a verlo. Nos estuvimos riendo un rato.
Qué gracioso, el tripochito...
Yo creo que es totalmente normal, vamos, ni siquiera me había planteado lo contrario.
Un beso.