Te entiendo
Yo he pasado por la misma situación que describes. Todo el día sola con la niña, que además estaba todo el día enganchada en la teta , nadie me apoyaba con la lactancia (sobre todo mi pareja que no paraba de decirme que le diera biberón), a veces tenía que aprovechar la visita de amigos o familiares para ducharme o comer, la casa desordenada , etc... Y cuando él llegaba yo esperaba que me ayudase con la peque, bañándola, por ejemplo o acunándola un rato y que despues de cenar charlaramos , que me contara como le había ido el día y yo contarle las anécdotas de la niña. Pero nada, llegaba se duchaba cenaba y se ponía jugar con el ordenador intercalando algunas críticas sobre lo mal que yo lo estaba haciendo por el hecho de darle el pecho.
Hablé con él en varias ocasiones y no atendía a razones, de hecho me dijo una frase a los tres o cuatro días de parir que jamás olvidaré, un punto se me saltó y otro se me infectó y estaba cansada y me dió por llorar, en lugar de consolarme me dijo : No haberte quedado preñada.
Te puedes imaginar mi situación no dejaba de pensar en la separación.
Alguien me aconsejó que le diera espacio que no le pidiera nada y que él sólo cambiaría y lo hice. Y cambió, ahora es un superpapi y un marido atento. Nuestra niña tiene seis meses y ahora hacemos turnos para bañarla para no pelearnos, jajaja.
A ellos les cuesta más aceptar la nueva situación, se estresan, necesitan evadirse y es precisamente cuando nosotras más los necesitamos por eso les reclamamos atención y ahí empieza el círculo vicioso que cuesta mucho romper.
El bebé lo conquistará, el mío tampoco dormía con nosotras y ahora cuando se despierta la niña salta a cogerla aunque sea para dármela para darle el pecho.
Vive tu historia de amor con tu niño, que ya verás como él se unirá a vosotros en breve.
Ánimo
Un beso