El jueves santo
me parecía estar perdiendo líquido y decidí que, aunque me tomasen por tonta, me iba a Urgencias.
Al final no perdía, menos mal, pero con esa visita conseguí saber que mi bb es niño (aún no se había dejado ver), y como ya estaba allí y no tenían mucho trabajo me pusieron las correas y , mira tú, he tenido que estar una semana de la cama al sofá y del sofá a la cama porque los monitores marcaban 3 contracciones cada 10 minutos, y yo sin enterarme.
Te cuento todo esto porque tenía la impresión de que algo no iba bien y me dio que era por pérdida de líquido. No fue por eso, pero la ida a Urgencias me salvó de una posible cesárea a las 35 semanas.
Si te parece que algo no va bien, no te lo pienses y al gine.
Un beso y suerte.