Desconcertada, decepcionada,
me deja tu ausencia.
Esta ausencia que provocas
y me hace sentir asfixiada.
Te marchas sin decir adios,
y me quedo esperando tus llamadas,
llamadas que nunca llegan
y hacen encoger mi corazón.
Si quisieras pararte a pensar
y mirar un segundo en mi interior
descubrirías claramente
que está lleno de dolor.
Así verías mi sufrimiento, y tal vez,
entenderías como me siento.
Esta noche es triste,
no veo brillar las estrellas,
y es por no escuchar tu voz
y no saber de ti desde que te fuiste.
Pero tanto daño,
no puede ser bueno.
No voy a dejar
que me sigas mintiendo.
Y mi corazón, ya liberado,
volverá a respirar
y quizá mañana, todo el firmamento
para mí se pondrá a brillar.