Tengo capacidad para hablar,
querer, reir y llorar...
por cuantos dicen ser sabios
destruyendo y desafiando
a quien a su lado va.
Tengo potestad para decir
en nombre de los débiles
que el mundo es otro,
que el sabio, no es el que sabe más.
Tengo facultad para escuchar
al humilde que habla al callar,
que dice en todo verdad,
que vive en todo y por todos
sin otra razón que ayudar.
Tengo la suerte de saber llorar,
por mis errores,
por mis dudas y traspiés
que la vida me ofrece
para poder prevalecer.
Tengo tan solo, esto,
sin nada más en mi haber,
pero es tanto
cuanto poseo,
que un tesoro
me parece es.