Vaya ojo, hija mía
Elegiste como hombre de tu vida a un yonki violento que acabó en la carcel y mientras tanto te prostituyes con otro, pues estar con un tío por cuestiones económicas no tiene otro nombre.
No sé que decirte. Si quieres hablar con el expresidario y ver por donde anda ahora, hazlo. Pase lo que pase te quedarás más tranquila, pero no dudes en echar a correr en cuanto algo te cruja.
Por otro lado, creo, y es mi simple opinión, que las mujeres del siglo 21 deberíamos ser capaces de ganarnos las lentejas y sacarnos las castañas del fuego solas si se tercia...aunque, claro, la prostitución no deja de ser el oficio más viejo del mundo y supongo, nunca lo he probado, que una forma de conseguir dinero fácil (puagggg) y rápido.