Paquirrín (homo antecessor degeneratum), debido a su comportamiento primitivo persiguiendo culos cual can de los montes, y a su terrorífico aspecto de cafre imperial silvestre, ha sido obligado por la Pantoja a estudiarse de memoria el libro del psicólogo Victor Encinas ("cómo desenamorarse") como si fuese el catecismo, con la esperanza de que abandone su vida de crápula triperino y deje de perseguir faldas, pues grande es el temor que padece la tonadillera a que un día de estos se confunda y se monte al cardenal Rouco.
Fuentes cercanas a la familia aseguran que el cafre lleva más de una semana sumergido por completo en la lectura y que ya va por la tercera página. Por las noches, se pueden escuchar aterradores gemidos de dolor y angustia... "¡Omá nontiendo ná!... ¡Omá que nontiendoná!"...