Hombre, nilema, sí, tienes razón
Pero la exclusividad sexual no es tan anacrónica, para mí que es controlada genéticamente. O sea si se da, hay que aceptarlo de buena fe. Y también depende de la interacción, en algunas relaciones nos parece imprescindible, en otras no tanto, cada uno somos un mundo, y no te digo el mundo complejo que es una relación. No impide que la razón me diga que la exclusividad sexual, sobre todo si se vuelve forma de machacar al otro y de controlarle, es dañina igual que una infidelidad sin ton ni son. Al final todo esto pasa porque nos cuesta creer que el ser amado, por más que le amemos, sigue siendo una persona aparte, con sus sentimientos, sensaciones y antojos. Vivir y dejar vivir y amar por lo que uno es no por lo que uno ofrece, pero es difícil asumirlo....