http://youtube.com/watch?v=1MXwCUWjT34
En este sensible vídeo de madres que amamantan a sus hijos se rompen muchos mitos y se normaliza un hecho tan fisiológico, ancestral y humano como es la lactancia materna.
Podemos ver a bebes recién nacidos, a niños mayorcitos, a madres jóvenes, a madres maduras, amamantar a un niño o a dos a la vez, hacerlo en privado, o en público, en la playa o en la montaña, vestidos o desnudos, en el embarazo o lactancia en tandem (recién nacido y hermano mayor). También queda claro que no hay pechos malos o imperfectos porque aparecen de todos los tamaños y formas: pequeños o inmensos, firmes o caídos,
Las hembras humanas (lo mismo que las gorilas en cautividad) no sabemos amamantar porque la cadena de transmisión de este conocimiento casi se rompió en los años 70, apenas hemos visto hacerlo a otras mujeres y socialmente imperan falsas y contraproducentes instrucciones. Por eso, para las mujeres que quieren intentarlo y para las que se enfrentan a dificultades, los grupos de apoyo a la lactancia (que existen en casi todos los países del mundo) son la gran ayuda madre a madre.
Existe una versión extensa del vídeo de 7.
Transcribo la poesía que aparece en el vídeo y también dejo la letra de esta tierna canción de Tontxu: Para subir al cielo
Yo le doy mi pecho,
ella me da sus ojos.
Yo le doy mi leche,
ella me entrega el alma
yo le doy mis brazos,
ella pone en los míos su vida.
Y me convierte en diosa
dadora de vida
de alimento y amor
TONTXU
El calor de tu amor
me da sed, y donde bebo yo
es donde quiero beber,
y saciar allí mi sed.
El color de tus ojos,
se adivina entre tu pelo, y yo
los deseo más que ayer,
y que la primera vez.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo
ya me basta,
para tocar el cielo.
El sabor de tus labios
ese selecto capricho que
sólo yo puedo probar,
y a chincharse los demás.
El candor de tu abrazo
puro, fiel, eterno, halagador
es mi fe y mi religión,
garantía del amor.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo
ya me basta,
para tocar el cielo.