¡de eso nada!
A lo largo de los años, él fue colmando el vaso. Poco a poco, día a dia, con insultos, minimizándote, intentando hacerte creer que sin él no podrias respirar, haciéndote daño delante de las niñas para que tú no pudieras responder.
EL CULPABLE ES ÉL Y SOLAMENTE ÉL.
Tu matrimonio no se podía salvar porque él no quería: sólo tú estabas tirando de un carro del que tienen que tirar dos.
La familia de él ahora muy bocazas pero ¿dónde estaban cuando rompía cosas, mientras te amenazaba, en el momento en que humillaba a esas niñas que también llevan su sangre????
El escupitajo fue la gota que rebosó. Me alegro mucho de que hayas tenido el coraje de luchar, de seguir, de romper con esa asquerosa y humillante situación. Sigue adelante porque la razón está de tu lado y POR FAVOR, no le cojas más el teléfono a la familia de él ni quieras saber lo que dicen o dejan de decir: ellos son una mierda al borde de la carretera a la que no tienes que prestar atención.
Un abrazo y te deseo muchisima fuerza.