La oración debe comenzar con una plegaria de dádiva para que logre su mayor efecto. Por ejemplo, podemos orar por nuestro planeta tierra y visualizarlo cubierto de mucha luz y mucho amor. Luego, de acuerdo a nuestras inquietudes, anhelos y virtudes, podemos comenzar nuestra oración personal, ya sea metafísica, planetaria, cristiana, magnética o hecha de corazón.