Vertical.
Yo llevo desde hace tres meses un vertical hood. Este es mucho más placentero porque la pieza roza justo en el clítoris.
Lo de acostumbrarse a él no es cierto, siempre vas a tener placer cuando roces esa zona. Lo que sí es cierto es que acabas por olvidarte de que lo llevas porque te acostumbras como cualquier otro piercing, pero nada más.
En mi opinión es un piercing que se disfruta plenamente, ya sea sola o en pareja.