Foro / Pareja

Mi pecado

Última respuesta: 21 de noviembre de 2015 a las 6:32
Y
yliana_6092023
20/11/15 a las 22:08

Ahora que estoy serena y surgen recuerdos con mucha nostalgia, me atrevo a compartir esta experiencia, deliciosa y atrevida que sin duda despertaron mi lado mundano del cual yo misma he quedado sorprendida.
Actualmente estoy con mi segundo enamorado, yo tengo 19 y el 20, ya tenemos 3 años y si mal no recuerdo no he tenido más de 4 o 5 veces relaciones con el, lo mismo que con mi relación anterior.
Esta historia empieza en la universidad, una compañera me pidió que la ayudara, pues quería hablar con un profesor acerca de un trabajo pendiente, la espera se prolongó un poco ya que el dichoso profesor tenía que terminar de jugar fútbol y luego nos atendería.
Esperamos en la sala de profesores un buen rato, después de 1 hora por fin llego el dichoso profesor Carlitos, nada simpático, un tío de 50 años, cabello rapado dada su notoria calvicie y odiosamente inteligente. Recién había salido de la ducha, su perfume era delicioso y sus brazos parecían reventar la hermosa camisa que llevaba, pero sus manos, sus viejas, fuertes e impecables manos me enamoraron inadvertidamente. A decir verdad, el recuerdo de su perfume se impregnó en mi todo el día luego que nos despedimos. Pregunte por el un par de veces, lo busque pero nunca supe más de él.
Luego de dos semanas lo volví a ver en la clausura del ciclo académico, estaba riéndose con un grupo de chicos compartiendo unos bocaditos, yo me tomé un par de copas para animarme lo que sorprendió a mi enamorado, no lo sé, simplemente estaba nerviosa. Me dije, "solo quiero volverle a hablar." Así que busque el momento adecuado y me acerqué.
Luego de saludarlo y todo, le pregunté: se divierte Profe?. La verdad no veo la hora de huir de aquí, me dijo casi al oído. Yo también quiero irme le repliqué y obviamente coincidí con la ruta que el tomaría para irse. Me invitó a subir a su carro y se aseguró de que estuviera cómoda.
El corazón me latía a mil. Me miró algo sorprendido, desvío su ruta y Se detuvo en un parque. Estás bien?, me pregunto, la verdad estaba un poquito tomada. Así no puedo llegar a mi casa le dije. Bueno...., pensó un poco, te gusta la pizza?, que te parece, mientras te pasa?, o no se, dime qué puedo hacer por ti. Te llevo a tu casa?. Como un instinto natural, abrí mis labios y lo mire a los ojos, entonces me besó.
Fue tierno y luego salvaje, Su lengua venenosa enredaba la mía, mordía mis labios mi cuello, y mi corazón estaba por reventar. Sus manos fuertes, me tomaban la cintura, la espalda, mis pechos!!! Entonces Lo detuve, Me quedé inmóvil, mirándolo, como si en ese segundo decidiera si paramos o continuamos. Pero era inútil, Lo tome del cuello y lo volví a besar.
Sus manos me recorrían toda, no podía dejar de gemir eso lo excitaba aún más, tanto que tomó mi mano y la llevó hasta su miembro. Yo pensé que quería que lo acaricie, pero él me dijo que lo haga fuerte. No podía hacerlo por el pantalón, así que desabroche la correa mientras me besaba y lo toque por encima de su ropa interior. Era grueso, enorme.
Sentí sus manos calientes en mis senos por debajo del sostén. Vamos a un hotel, me dijo. Yo estaba tan caliente que acepté. fuimos para allá.
Durante el camino, iba recuperando la cordura, jamás había pasado con ninguno de mis enamorados, igual entramos al hotel y ya en la habitación me quedé inmóvil, indecisa. El se acercó, me acarició las mejillas, mis labios y yo bese sus manos y todo se encendió nuevamente. Esta vez el beso fue muy tierno y prolongado, yo temblaba. Poco a poco de pie, me quitaba una a una mis prendas. Yo estaba flotando en sus brazos en un beso envenenado por mis senos mi cuello mis labios, hasta que volví a tocar su pene. Eso no me va a entrar, le dije, no seas malo, es muy grande!, el solo me siguió besando.
Puso su miembro caliente entre mis piernas, yo ajustaba y mojaba su miembro moviéndome suavemente. Mis pechos se rendían ante sus lengua devoradora y yo ajustaba más y más, ya quería que lo haga estaba dispuesta a todo,
Me cargo y Me echo sobre la cama muy despacio, me beso los labios, luego mis pechos, el vientre, las piernas y luego se abrió paso con su lengua hacia mi sexo. Lo juro, nunca lo había echo antes. Su lengua recorría todo mi sexo de arriba a abajo, sacudía mi clitoris con la punta de su lengua, era brutal. No dejaba de sacudir mi clitoris y con sus dedos recorría el resto de mi vagina. Yo gritaba, gemía de placer, introdujo sus dedos hasta lo más que pudo, yo le pedía una y otra vez que metiera su pene.
El se arrodilló sobre la cama y yo inmediatamente, casi desesperada lo metí en mi boca. Lo chupe lo más que pude frotándolo con fuerza.
Nuevamente me echo boca arriba, estaba lista para recibirlo, totalmente mojada, pero no lo metía, Se echó sobre mí con su pene grueso y duro frotando mi clitoris provocándome mi primer orgasmo. El se echó y yo sobre él y volvió a hacer lo mismo, mi clitoris frotaba su pene mientras me abrasaba fuertemente la cintura y me recorría toda con sus manos, me pedía que lo deje meterlo por atrás, aunque nunca lo hizo, yo le decía que si, el solo saberlo me causo otra sensación riquísima, tuve como 4 órgasmos en esa posición.
Yo seguía pidiéndole que lo metiera. Hasta que lo hizo, me echo boca abajo, y se posó sobre mi, sentí su glande grueso húmedo entrar en mi sexo, suave y profundo. Eso fue lo más tierno que conocí de el, pues una vez dentro sus embestidas parecían no detenerse. Demasiado fuerte, demasiado rápido. Hasta el fondo, muy hasta el fondo.
Amor, amor, me duele, despacio, despacio mi amor le dije. Me susurró al oído "el placer está en el dolor" me dijo. Y empezó nuevamente con sus embestidas. Paraba por momentos, pero yo quería que siguiera. El hacia conmigo lo que le daba la gana, estando boca arriba, puso mis piernas sobre sus hombros y la introdujo todita, sentí hasta sus testiculos dentro mío y siempre lo hacía con fuerza animal, yo atine a morderle el hombro y eso lo enfureció más, dos órgasmos más y no quería terminar, me hice adicta.
Estaba agotada, el ritmo bajo, me volvió a besar tiernamente y me pidió que aquella no fuera la única vez, lo bese afirmando su propuesta, se movía suavemente dentro mío, de pronto me beso muy fuerte y sentí todo su contenido vacearse dentro mio y toda su musculatura tensa sobre mi. continuamos besándonos aún más.
Dormimos toda la noche juntos abrasados, nunca hice ni siquiera algo parecido con nadie. Después de aquella noche nunca volvimos a estar juntos, veo a los hombres mayores de forma distinta, Recuerdo al Profe Carlitos con mucha ternura

Ver también

M
mastor15
21/11/15 a las 6:32

Que relato!!
Claudia, tu relato esta increible, lo lei ya 2 veces y me calentó muchísimo, ojalá escribas mas, termina sobándome muy rico, gracias por escribir....

ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

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