Hace algunos días salí de viaje con mis mejores amigas con las que iba en la Universidad hace algunos años, a una playa cercana a nuestra ciudad, coindidentemente, en el mismo hotel que nos hospedamos, había un grupo de excompañeros a los que conocíamos y rápido nos integramos a su grupo para salir a bailar, entre los chicos del grupo estaba uno de los exnovios de una de mis amigas, que siempre coqueteo conmigo, al principio lo ignoraba, pero con forme pasaba la noche y las copas se iban subiendo a la cabeza, me parecía mas atractivo, tal vez la adrenalina de saber que el era prohibido por ser exnovio de mi amiga lo hacia mas excitante aún, de poco en poco coqueteábamos de lejos, nos dirigiamos miradas sensuales mientras nos moviamos al compaz de la musica, al poco rato mi amiga estaba tan ebria que no sabía que pasaba a su alrededor, y fue entonces cuando me acerque a el, y comencé a bailar de espaldas a él muy cerca de su cuerpo, se sentía como irradiabamos calor, de la excitación que sentíamos, derrepente senti como sus manos se postraban en mi cintura, siguiendo mis movimientos, poco a poco bajaban por mis caderas y me acerco a él, aún de espaldas senti su pene erecto rosando mis nalgas sobre la ropa, en ese momento mi vagina se mojo y senti una necesidad imperiosa de sacárselo y mamárselo hasta que se viniera en mi cara, me voltee hacia el, mientras seguíamos bailando muy pegados uno del otro, el con sus manos apretaba mi cuerpo, mientas con una mano me acariciaba la espalda, con la otra trataba de alcanzar mi intimidad, cuando con su dedo toco mi clítoris por debajo de mi falda, quería tirarme al piso y que me hiciera suya en ese momento, empece a gemir a su oído, para que la música no evitar que el notara mi excitación, metí mi mano debajo de su pantalon y comencé a masajear su pene erecto y venoso, mi cuerpo me pedía sexo, cada vez me excitaba más y me era casí imposible ocultar lo que estabamos haciendo, pronto nos dirigimos a un rincón obscuro y apartado de la multitud, el bruscamente me volteó hacia la pared, se agachó y comenzó a besarme todo el culo, con una se sus manos masageaba mi trasero y con la otra introdujo dos dedos en mi vagina que ya estaba muy humeda y punsante, comence a gemir de placer mientras el metía una y otra vez sus dedos en mi vagina, tocando todo mi interior y mojandolo todo, por fin me bajo el calzón y en un solo movimiento me introdujo toda su verga haciendome soltar un grito ahogado, mis pezones se pusieron erectos, sentía que me temblaban las piernas, comence a tocarme, a morder mis labios, a gemir al ritmo que el metía y scaba su venosa, gorda y jugosa verga de mi vagina, sentía tanto placer que me quería desmayar, comenzó a nalgearme cada vez mas fuerte, y cada vez me excitaba mas, tomaba con fuerza mi culo y lo acercaba a el introduciendo todo su miembro en mi, hasta el fondo, haciendo rebotar mis tetas una con otra, me tomó del cabello hacienod mi cabeza hacia atras, mientras me besaba los hombros y la esplanda y metía una y otra vez su pene en mi, mis gritos se ahogaban con la musica a todo volumen, ¡dame más!, ¡hasta el fondo!, ¡pegame! no podía dejar de gritar y gemir, con mis puños golpeaba la pared, el placer era desmedido no quería que nunca acabara, derrepente el ritmo aceleró, mi respiración agitada no alcanzaba para llenar mis pulmones, el como una metralleta comenzó a penetrarme una y otra vez, mis tetas chocando una con la otra debajo de mi vestido con los pezones erectos, con mi mano masturbaba mi clitorís, el climax estaba cerca, el penetraba con ferocidad, yo gritaba mientras me pegaba nalgadas cada vez mas duras, y mordisqueaba mi oreja, ¡siii! ¡sii!!! ¡sigue! todo mi cuerpo se empezó a tensar, mi vagina palpitaba, estaba toda mojada y caliente a punto de explotar ¡ya viene! ¡ya viene! la velocidad aumento y mi vagina explotó con tal brutalidad que mis piernas comenzaron a temblar tanto que no podía permanecer de pie, el me sostuvo de la cintura aun dentro de mi jadeando en mi oido mi vagina punsaba de cansancio y placer, nos incorporamos lentamente, ruborizados por la sangre excitada, nos vimos y cada quien tomo su camino sin hablar.
