A mi me pasa igual, pero al revés
¿Sabes? Cuando mi gatita Salem llegó a casa mi perra Bolita de inmediato la quiso conocer. En buen plan, pero la gata, no acostumbrada a los perros, le empezó a hacer el feo y las dos acabaron peleadas. Se dieron sus agarrones varias veces aunque demasiado no se lastimaron. Mas ahora, un año después de eso, casi dos, aún no se llevan bien, pero pueden estar cerca una de la otra sin asesinarse. ¿Cómo le hicimos?
Primero tienes que ponerlos que se vean los dos. Si quieres puedes amarrarlos para que no se acerquen, pero aunque berrien, se enojen o lo que sea, tienen que quedarse así un rato todos los días. Cuando ya se lleven los acercas un poco más y un poco más. Será duro, pero llegará el momento en que se lleven bien o al menos entiendan que deben compartir. Puede llevarte de unos días a varios meses. Por lo general el problema es el gato, así que si es al revés tienes terreno ganado. Si el perro pelea, regáñalo y hazle ver que no está bien. También tendrás que mimarlo un montón, más de lo acostumbrado, así sus clos disminuirán y no se sentirá invadido. Puedes consultar a tu veterinario y te dará consejo, pero es lo que a mi me sirvió ¡Suerte!