¡hola!
Entonces, ¡hazlo! Siempre hay algún motivo. Pero lo importante es ser transparente con esa sonrisa y para eso hay que primero encontrar el motivo del por qué no sonreís y una vez que lo encuentres tratar de sacarlo con tu propia ayuda, fuerza y voluntad, para luego sonreír felizmente y que no sea alguna sonrisita de esas que fingen felicidad.