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El intervalo de edad entre los hijos
La edad de los hijos también tiene incidencias en la salud. Según UNICEF, la probabilidad de una complicación en el parto o de problemas de salud en los hijos aumenta en un 50% cuando la diferencia de edad entre un hermano y otro es menor a dos años. En muchos casos se debe a que el cuerpo de la madre no se ha recuperado completamente del embarazo, aumentando la posibilidad de un parto prematuro o de un peso muy bajo en el recién nacido.
A su vez, la aparición de enfermedades y la mortalidad antes del año es más frecuente. La diferencia de menos de dos años entre los hijos hace que el primero vea interrumpida su lactancia de una manera brusca y sus cuidados sean menores, lo que puede repercutir en el crecimiento del niño.
La relación entre hermanos
Los hermanos con poca diferencia de edad mantienen relaciones más fluidas y próximas, enriqueciéndose mutuamente y compartiendo todo tipo de experiencias y juegos. Por el contrario, los hermanos con grandes diferencias de edad ofrecen otro modo de relación fraternal. Generalmente, los hermanos mayores ejercen una posición de protección con respecto a sus hermanos menores, hacen de guías, consejeros y modelos de referencia.
A TENER EN CUENTA
Es necesario que la decisión de tener un hijo sea consensuada por ambos miembros de la pareja.
Para favorecer la buena salud tanto de la madre como del hijo, es necesario que al menos se dejen dos años de diferencia con respecto al parto. La madre además de esto, deberá sentirse en plenas facultades tanto físicas como emocionales para afrontar tanto el embarazo como el parto.
La mejor edad para tener un hijo es aquella comprendida entre los 20 y los 35 años.
Resulta imprescindible un buen chequeo médico y corroborar un estado excelente de salud por parte de la madre, si se pretende tener más de tres hijos.
Procurar no espaciar más de cuatro años el intervalo de edad entre un hijo y otro. Favorece la unión entre hermanos y, además, permite lograr una mayor estabilidad emocional de los hijos.