No crean que las desprecio, todo lo contrario, las quiero, y las comprendo más de lo que se imaginan, mucho más, y no saben a que precio.
Si fui duro en mis palabras, es porque quería sacudirlas un poco, discúlpenme si se me fue la mano. En muchas cosas que me dijeron tenían razón, y en realidad son bastante listas; pero cultiven más eso que las hace únicas e irrepetibles, funden vuestro futuro en esas cualidades que son irremplazables, fórjense ideales dignos de trascender a la misma muerte, y verán que no es necesario tanto sacrificio corporal para sentirse feliz, después de todo, si son lo que son, pese a las arbitrariedades de esta cultura fetichista, serían cuasi diosas si orientaran toda esa fortaleza en hacer de este mundo algo mejor, me rendiría dichoso ante vuestro imperio, porque de ustedes sería el poder.
Besos.