Entiendo...
pero mi duda es la siguiente si vas a un pais de medio oriente y una madre te ofrece a su hijo a cambio de dinero ,pues tu no puedes ir a la justicia o nose donde a dejar contatado que ella entrego al niño ?perdon y lo vuelvo a repetir perdon por mi ignorancia sobre esto es que me llama la atencion aca les copio un articulo que encontre sobre justamente este tema y perdon si se sienten ofendida ....
No es ficción. Una de las más insólitas subastas tuvo lugar en Port-Said. Un padre de familia puso en fila a sus cuatro hijas en la plaza pública para venderlas al que ofreciera más. "Cándidos rostros en venta, niñas en la flor de la edad: Arzaq (10), Karima (8), Badr (6) y Badawiya (4). Castañas y blancas de piel, usted tiene la tarea de elegir. Los precios están entre 3.000 y 30.000 libras egipcias, según la edad", repite en voz alta Mohamad Ismail bañado en lágrimas. Al no encontrar cómo sostener a su familia, no vio otra solución que vender a su propia carne. "¿Qué otra cosa puedo hacer? Hasta los gatos son capaces de encontrar comida, pero yo no puedo alimentar a mis propias hijas. Ni siquiera con pan duro. No puedo tampoco librarlas a la mendicidad o abandonarlas en la calle. Quizás ellas tengan la suerte de caer en las manos de una persona de bien que les asegure su futuro", explica. Él y sus cuatro hijas tienen en las manos carteles en los que se puede leer: "¡Niñas en venta!" ¿Dónde están los derechos humanos?
No es una escena de teatro, sino una pura y dura realidad. Dos semanas más tarde, el mismo escenario se repite en Al-Hamam, en Marsa Matrouh. En una venta al mejor postor, Moustapha Mahmoud alaba las virtudes de su benjamín. Al no poder asumir los gastos de la educación de su primogénito, inscripto en la Facultad de Medicina, y del siguiente, en el secundario, ambos estudiantes brillantes, decidió vender al más pequeño.
Los árabes del Golfo, primeros compradores
Estos dos casos no son excepcionales, las páginas de hechos diversos reportan todos los días ventas de esta clase. Una comerciante de verduras vendió por 5.000 libras egipcias a su hijo a una mujer acomodada del Golfo. Pero, a veces, no es la miseria la que empuja a deshacerse de uno de los hijos. Un hombre cedió a su hija por 30.000 libras para tener suficiente dinero para una segunda esposa y poder cumplir su deseo de tener un hijo varón.
En la región de los cementerios judíos de Bassatine, Samah vendió a su sobrino para comprar su vestido de bodas. Pretendió hacerle creer a su hermana que el hijo había muerto atropellado por un bus. Todas las convenciones sociales parecen terminarse con estos tristes mercados de carne humana. Un quiosco se especializó en la trata de mujeres: su propietario recupera chicas de la calle que quedan embarazadas, espera que llegue el parto, luego recupera a los bebes para venderlos.