Las dos niñas de nueve y diez años que la semana pasada afirmaron ser objeto de abusos sexuales por parte de su padre, Fabián B. A, de 35 años, declararon a la policía que las agresiones se producían tanto en zonas despobladas, dónde las llevaba el padre en su propio coche, como en el propio domicilio familiar, donde las obligaba a ver e imitar escenas de películas porno, según informó ayer la Subdelegación del Gobierno en Huelva.
Para cometer las agresiones sexuales en su casa, Fabián B. A. aprovechaba los fines de semana, ya que su esposa -y madre de las pequeñas- se ausentaba para ir a trabajar a un bingo en Lepe, a unos 30 kilómetros de Huelva. Según la declaración de las crías, el imputado les mostraba películas de contenido pornográfico, obligando en ocasiones a las niñas a imitar lo que veían.
El adulto las sometía con amenazas, usando incluso cuchillos -los agentes han intervenido dos-, para que accedieran a todos sus deseos y para que no contaran nada de lo ocurrido a ningún otro familiar. Asimismo, la policía ha requisado una importante cantidad de material informático del acusado y un disco duro de su ordenador.
La policía sigue investigando si el acusado pudo haber atacado a más niños. De hecho, fuentes de la Fiscalía de Huelva han reconocido que más menores aparecen en los atestados policiales remitidos al juzgado.
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